Como somos fans incondicionales de las croquetas, y los mejillones nos encantan de cualquier forma, pero especialmente con bechamel, hemos probado a hacer unas croquetas de mejillones. Fácil, sencillo y muy muy rico!
Durante estas vacaciones hemos querido mantener el tono cocineril y no hemos desaprovechado las oportunidades que se nos han brindado de dar rienda suelta a nuestra afición; y no solo esto, durante estos días hemos reclutado un nuevo chef en nuestro blog, y este no es otro que nuestro sobri Nicolas... de 3 añitos y fanático como nosotros de la pizza, y es tan fanático que esta la preparó él, amasando él incluso la masa con el rodillo y todo... el resultado no pudo ser más espectacular... una pizza de 11 ;-)
Plato tradicional donde los haya, un guiso de los de toda la vida al que hemos dado un toque diferente cocinándolo con sidra, ingrediente que le da un sabor especial y que la carne, al igual que las patatas, agradecen sobremanera. ¡Sin duda, uno de nuestros platos favoritos... incluso en verano!
Ingredientes:
Carne para guisar (en nuestro caso hemos usado jarrete)
Hoy tenemos un clásico entre los clásicos de la cocina de cuando eramos peques... no creo que haya más de 2 personas en el mundo entre los 15 y los 40 años de edad en que los macarrones con tomate no sean uno de sus platos preferidos de la infancia. Nosotros queremos aprovechar hoy para dar una vuelta a esta receta que tantas alegrías nos ha dado cuando éramos unos nanos... y ya de paso rendirla un muy merecido homenaje :-) Esperamos que la disfrutéis ahora como lo hacíais hace 20 años...
Ingredientes:
Cebolla
Pimiento Rojo
Chorizo (1)
Champiñon
Pimentón picante (también puede ser dulce si este nos gusta más)
Picamos la cebolla finita y la ponemos a pochar en una sarten con una gota de aceite de oliva virgen extra; ponemos también un poco de sal y pimienta.
Picamos el pimiento rojo y lo ponemos a pochar junto con la cebolla.
Dejamos pochar todo un poco, mientras picamos el chorizo en "cuadraditos" y lo agregamos a la sartén.
Por último picamos el champiñon y lo ponemos en la sarten removiendo todo un poco.
Añadimos a la sartén el pimentón picante y removemos bien, para que se haga un poco al fuego.
Antes de que el pimentón se queme echamos un buen chorro de vino blanco y dejamos reducir.
Una vez reducido agregamos la salsa de tomate y el oregano y dejamos a fuego bajo un buen rato para que se mezclen bien todos los sabores.
Cocemos los macarrones el tiempo recomendado por el fabricante.
Cuando los macarrones hayan alcanzado su punto, los escurrimos y los ponemos en una fuente.
Ponemos la salsa por encima, y por encima de esta desmenuzamos un poco de mozzarella (2)
(1) Nosotros hemos utilizado un chorizo ibérico que nos dieron en la cesta de navidad y que se nos estaba quedando ya algo duro, pero nos vale cualquier tipo de chorizo... cada uno debe poner el que más le guste ;-)
(2) Podemos meterlo en el horno parar que se nos dore el queso, pero con el calor de la salsa este se derretirá sin problemas
Explicar esta receta no va a ser nada fácil porque ha salido de un cúmulo de casualidades taaaan grande que cuesta hasta de creer, pero vamos a intentar hacerlo. Esta historia empieza una calurosa tarde de verano madrileño que nos pasamos andando de un punta a otra de la ciudad (una buena historia sin un poquito de exageración no es una buena historia); para ese día teníamos preparados un par de rodajas de salmón para comer hechas a la plancha, pero las circunstancias nos llevaron a comer fuera de casa ese día y decidimos que lo dejaríamos para cenar... En la caminata de vuelta de a casa entre el calor, el sopor y el bochorno de la tarde madrileña... justo en el momento en que el sol empieza a bajar y el calor del asfalto empieza a subir nos decimos "pues ya que tenemos más tiempo para preparar el salmón, ¿por qué no lo hacemos de una forma diferente?".. así que en estas se nos ocurre una receta que hizo Julius en su programa 22 minutos del Canal Cocina en la que marinaba el salmón en zumo de lima y zumo de naranja y lo terminaba de hacer al horno... así que ya con el sudor marcado en la frente y los zapatos pegados al suelo nos decimos "perfecto! Al llegar a casa nos pasamos por Angelita (1), compramos las naranjas y las limas y lo hacemos de esa forma", todo claro hasta aquí, no? Pues bien, en estas llegamos a casa, nos ponemos cómodos y nos disponemos a hacer la cena... cuando descubrimos que evidentemente no habíamos ido a ver a Angelita... y no teníamos con que prepararlo... así que teníamos que improvisar... Nos miramos a las manos y vimos que estábamos sujetando una tarrina de sorbete de limón (así que eso sustituiría al zumo de lima)... y mirando en la nevera descubrimos que teníamos un brick de zumo de naranja de esos que te dicen que están recién exprimidos y son 100% naranja y nada de añadidos (para el que se lo crea)... así que a lo tonto y a lo bobo teníamos nuestro nuevo invento culinario en marcha... ... nos pusimos manos a la obra... ... y el resultado fue espectacular.. infinitamente mejor que lo esperado!!!
Estamos ya en pleno agosto madrileño y que mejor que para las calurosas noches de la capital que una buena ensaladita bien fresquita, está además nos ayuda a no dejar de lado la operación bikini, que nunca está de más ;-)